Afrontar la "brecha de los deberes" en la educación a distancia

Afrontar la falta de deberes en la educación a distancia

El término "brecha de deberes" se ha utilizado tradicionalmente para referirse a la falta de conectividad digital que experimentan algunos estudiantes cuando intentan completar las tareas de su educación escolar desde casa, normalmente los que se encuentran en una situación de desventaja socioeconómica. desventaja socioeconómica. En Estados Unidos, por ejemplo, se han hecho esfuerzos para financiar la conexión a Internet de estos estudiantes. Pero la conectividad a Internet, o la falta de ella, es sólo una parte del problema que provoca la brecha en los deberes. En este blog vamos a abordar el tema con más profundidad y a analizar cuestiones más amplias.

En primer lugar, conviene echar un vistazo rápido al propio término. El significado y la importancia de la palabra "deberes" han cambiado drásticamente desde la pandemia, pasando de referirse a un elemento complementario de aprendizaje que sólo formaba una pequeña parte de la educación general de un niño, a ser el método principal por el que se impartía la educación de un niño. Y aunque los alumnos vuelven, o han vuelto, a las escuelas, hay más actividades en línea que nunca.

Debido a este cambio de enfoque, las cuestiones relacionadas con la brecha en los deberes escolares antes mencionada -que empieza, pero no termina, con la conectividad digital- han cobrado mucha más importancia.

¿Cuáles son las causas del desfase en los deberes escolares?

¿Cuáles son las causas del desfase en los deberes? Los problemas se clasifican en dos categorías principales:

  • Digital
  • No digital

Cuestiones digitales

La equidad digital -ideal al que aspiran los responsables educativos- es un término que ha surgido como respuesta a la idea de brecha digital, surgida mucho antes de la llegada de Covid-19. Las causas de la falta de equidad digital entre los alumnos que son de naturaleza digital pueden dividirse en los siguientes tipos:

  • Disponibilidad de hardware
  • Conectividad digital
  • Velocidad/ancho de banda
  • Alfabetización digital

En esta lista, los problemas se nombran por orden jerárquico: hay que resolverlos en orden. En otras palabras, si no tienes un ordenador (u otro dispositivo), o al menos acceso a uno, no puedes resolver los demás problemas de la lista. La conectividad digital es esencialmente la disponibilidad de una conexión a Internet. Una vez que los estudiantes disponen de ella, la siguiente pregunta es: ¿qué velocidad y ancho de banda son necesarios para que puedan acceder y completar satisfactoriamente las tareas en línea? completar las tareas en línea. En Estados Unidos, la Comisión Federal de Comunicaciones ha sugerido que una referencia de 25 Mbps de bajada y 3 Mbps de subida es adecuada para el aprendizaje a distancia.m es adecuado para el aprendizaje a distancia. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo: el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles afirma que esas velocidades son "inadecuadas para apoyar la enseñanza y el aprendizaje ininterrumpidos, sobre todo en hogares de zonas urbanas densamente pobladas, donde varios estudiantes a menudo luchan por mantenerse conectados".

Estas cuestiones se han abordado en los países más ricos del mundo, y en muchos casos se han aportado fondos para abordar esta parte de la brecha, por ejemplo en los EE.UU. por la FCC. Enl último punto de la lista de cuestiones digitales es la alfabetización digital. Este último requisito es el más difícil de abordar cuando se intenta hacer frente a la desigualdad digital -y especialmente en el momento de una pandemia-, ya que implica el aprendizaje en sí mismo, y no sólo la provisión de recursos. Pero sin ella, las tres primeras carecen de sentido.

Cuestiones no digitales

Los problemas no digitales que contribuyen al déficit de deberes en la educación a distancia son, por su naturaleza socioeconómica, los de mayor alcance y, por tanto, los más difíciles de superar. Pueden dividirse en los siguientes tipos:

  • Entorno doméstico
  • Dificultades de aprendizaje

En primer lugar, analicemos el entorno familiar. Por razones socioeconómicas, a menudo hay familias numerosas que viven en casas o apartamentos pequeños. En estos casos, el entorno doméstico no se presta a ser un lugar donde pueda tener lugar una educación seria, ya que los estudiantes no encuentran el espacio ni la tranquilidad que necesitan para completar sus estudios. Según John King, Jr. ex Secretario de Educación bajo la administración Obama y actual presidente y director ejecutivo de Education Trust, la raza también es un problema, porque las personas de color estaban sobrerrepresentadas en los puestos de trabajo considerados esenciales durante el parón económico. Se calcula que sólo uno de cada cinco estadounidenses de raza negra y uno de cada seis latinos pudieron trabajar desde casa durante el COVID-19, lo que significó que más estudiantes negros y latinos intentaban realizar sus tareas escolares en hogares sin la presencia de sus padres.

Las dificultades de aprendizaje también pueden causar una brecha adicional cuando los estudiantes tienen que estudiar en casa. Los estudiantes pueden tener diferentes dificultades de aprendizaje, como dislexia, trastorno por déficit de atención, TDAH, discalculia y disgrafía, por nombrar algunos.. Estos problemas suelen tratarse en una situación de aprendizaje cara a cara con adaptaciones y atención adicionales, a veces individuales. Dependiendo del software que se utilice, un entorno en línea no siempre proporciona la ayuda que necesitan los estudiantes con estas necesidades.

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El término "brecha en los deberes" se acuñó en Virginia (EE.UU.) en 2012 para referirse a la diferencia en los niveles de conectividad digital entre los estudiantes, que hacía que algunos de ellos estuvieran en desventaja cuando intentaban hacer los deberes en línea. En aquel momento, nadie podía prever ni el cambio de naturaleza -ni la importancia- que adquirirían estas diferencias durante una pandemia.

La brecha se convirtió en mucho más que el mero hecho de que los alumnos tuvieran o no acceso a Internet, o de que pudieran hacer sus "deberes" en el sentido tradicional. Debido a estos cambios, la brecha en los deberes se ha convertido en un problema mucho mayor en el contexto más amplio del aprendizaje, y en el contexto del futuro -en términos de empleo, por ejemplo- de los niños que se ven afectados por ella.