Evaluar el rendimiento y las capacidades de los alumnos es una parte importante para determinar si la enseñanza es eficaz o no. En los últimos años, las escuelas y los educadores se han ido alejando de las tradicionales evaluaciones sumativas de alto nivel y se han ido acercando a otras formas de evaluación para determinar el nivel de destreza de un alumno.
Este cambio, iniciado por la pandemia de COVID-19, ha modificado la forma en que se evalúa a los alumnos desde la guardería hasta los exámenes de acceso a la universidad, como el ACT y el SAT. Los educadores han sido los principales impulsores del abandono de las grandes evaluaciones sumativas, y la tecnología ha contribuido a que este cambio se produzca con tanta rapidez.
¿Qué es la evaluación sumativa y cómo ha cambiado?
La evaluación sumativa es una evaluación diseñada para valorar el aprendizaje al final de una unidad, semestre o año escolar. La idea es que la evaluación sumativa muestre el aprendizaje final del alumno sobre un tema determinado. Tradicionalmente, las evaluaciones sumativas incluyen pruebas muy ponderadas o presentaciones en las que los estudiantes tienen una sola oportunidad de acertar la respuesta o pierden el crédito.
Cuando se produjo la pandemia en 2020, los profesores se vieron obligados a replantearse cómo evaluaban a sus alumnos. No sólo había que abordar la pérdida de aprendizaje, sino que los educadores también necesitaban garantizar que las pruebas pudieran continuar de forma segura en un entorno de aprendizaje a distancia cuando era tan fácil acceder a las respuestas en Internet. En consecuencia, los profesores se adaptaron realizando evaluaciones más frecuentes y auténticas o evaluaciones basadas en debates que exigían a los alumnos comunicar realmente lo que sabían, en lugar de limitarse a rellenar las casillas de una hoja de examen. La estabilización del software de evaluación a distancia también permitió reducir eficazmente el riesgo de trampas para garantizar que la integridad de las evaluaciones se mantuviera intacta. Al final, los profesores comprobaron que los alumnos crecían enormemente cuando los exámenes se integraban de esta forma en el plan de estudios.
Esto también llevó a muchas universidades a replantearse la exigencia de exámenes de alto nivel, como el SAT o el ACT, para acceder a la universidad. En 1.800 universidades ya no exigen a los estudiantes que envíen los resultados de los exámenes estandarizados con sus solicitudes. Esto contrasta fuertemente con el acceso tradicional a la universidad, en el que los estudiantes necesitaban una puntuación mínima para ser aceptados.
Los educadores se replantean la evaluación sumativa
Muchos de los cambios que se produjeron durante la pandemia, especialmente en torno a la evaluación, se han mantenido a medida que los estudiantes volvían al aprendizaje presencial. Esto se debe a que el trabajo a distancia obligó a los profesores y a las escuelas a cambiar la forma en que crean las evaluaciones y evalúan el trabajo de los estudiantes.
Uno de los principales cambios consiste en centrarse en pequeñas evaluaciones formativas a lo largo de la unidad, en lugar de una gran evaluación al final. De este modo, los educadores pueden hacerse una mejor idea de la situación del alumno a lo largo del proceso de aprendizaje y realizar los ajustes necesarios. Normalmente, los educadores también aplican principios de diseño universal para que los alumnos tengan muchas oportunidades de éxito.
Esto no quiere decir que los grandes proyectos o exámenes hayan desaparecido del todo, sino que han pasado de ser pruebas de un día de duración a ser trabajos más amplios y completos que permiten a los estudiantes demostrar sus habilidades. Cuando se permite a los estudiantes tener cierta autonomía y elección en la forma en que se les evalúa, pueden demostrar sus conocimientos y comprensión de maneras que no aparecen en los exámenes tradicionales.
¿Por qué se está produciendo este cambio?
La pandemia fue un catalizador importante para que se produjera este cambio, ya que los profesores se vieron obligados a cambiar su forma de trabajar en el día a día, incluido el replanteamiento de la evaluación para hacer frente a la pérdida de aprendizaje. Sin embargo, la pandemia no es la única razón de este cambio:
- Pensar en los alumnos de forma holística: los exámenes tradicionales ofrecen una instantánea de lo que un alumno sabe y de cómo se siente en un día determinado. El abandono de los grandes exámenes de un solo día en favor de un enfoque más holístico de la evaluación significa que la atención se centra en descubrir lo que el alumno ha aprendido y no tanto en lo bien que se examinan.
- Exigencia de competencias del siglo XXI: muchos Estados exigen que los alumnos no sólo aprendan matemáticas, inglés y ciencias, sino también una serie de competencias del siglo XXI. del siglo XXI diseñadas para ayudar a los estudiantes a tener éxito también fuera de la escuela. Los exámenes tradicionales no son adecuados para demostrar las competencias del siglo XXI, que tienden a basarse más en el rendimiento.
- Mayor compromiso de los estudiantes: las oportunidades de aprendizaje personalizado generan un mayor compromiso en los estudiantes, lo que significa que es más probable que den lo mejor de sí mismos al completar una evaluación.
- Los profesores pueden ajustar su enseñanza: cuando se hace un único examen al final de una unidad, el profesor recibe muy poca información útil porque la unidad ha terminado. Sin embargo, si se analizan fragmentos más pequeños a lo largo de una unidad, el profesor puede ajustar la enseñanza en función de cómo aprenden los alumnos el nuevo material.
Dónde interviene la tecnología
Todo esto puede ser mucho en lo que pensar para los educadores; sin embargo, los avances tecnológicos han facilitado el cambio a una evaluación formativa y de diagnóstico más frecuente, tanto para el personal como para los alumnos. Algunas de las formas en que la tecnología apoya las pruebas de cualquier tipo incluyen:
- Proporcionar una plataforma para el aprendizaje: los estudiantes necesitan una plataforma intuitiva diseñada específicamente para vincular las tareas de aprendizaje a las evaluaciones. Existe una gran variedad de herramientas de evaluación basadas en la tecnología y diseñadas para ofrecer a los estudiantes un lugar fácil de usar donde mostrar su aprendizaje. Una solución como TAO, que aprovecha la potente indexación de metadatos, permite incluso a los educadores alinear los estándares de aprendizaje con las preguntas de evaluación para obtener información más detallada sobre el rendimiento de los alumnos.
- Integración de las herramientas del siglo XXI con interacciones complejas, utilizando Interacciones personalizadas portátiles a la hora de desarrollar una evaluación, los educadores pueden ir mucho más allá de las simples preguntas de opción múltiple, ofreciendo a los estudiantes muchas oportunidades diferentes para participar en la resolución de problemas y demostrar su aprendizaje.
- Herramientas interoperables: las herramientas de evaluación basadas en la tecnología pueden funcionar con diversos programas y sistemas, incluidas las aplicaciones basadas en IA, para dar a los educadores flexibilidad a la hora de crear evaluaciones.
- Aumentar la colaboración: con el avance del aprendizaje basado en la nube, los estudiantes ya no necesitan sentarse cara a cara para colaborar con otros estudiantes, lo que les da la oportunidad de trabajar con estudiantes de diferentes clases, grupos de edad o incluso países a la hora de resolver problemas complejos.
Reflexiones finales
Uno de los principales cambios en la educación provocados por la pandemia fue el paso de evaluaciones sumativas de alto nivel a evaluaciones formativas más frecuentes basadas en el rendimiento y en pequeños fragmentos. La tecnología ha hecho posible este cambio al permitir a los profesores asignar a los alumnos evaluaciones que ofrecen múltiples oportunidades de éxito y formas más auténticas de demostrar el aprendizaje.
Aunque muchos cambios en la educación pueden resultar difíciles de gestionar para los centros educativos, existen herramientas tecnológicas que facilitan la transición y preparan a profesores y alumnos para el éxito. Open Assessment Technologies dispone de un conjunto de soluciones tecnológicas educativas en línea diseñadas para mejorar el aprendizaje de los alumnos y capacitar a los profesores para satisfacer las necesidades de todos los estudiantes. Para obtener más información sobre cómo Open Assessment Technologies puede ayudarle, haga clic aquí.