A medida que evoluciona la tecnología, se multiplican las posibilidades de la educación digital. Y es fácil ver por qué: llevar las herramientas digitales a las aulas puede ayudar a que el aprendizaje y la evaluación sean más atractivos y equitativos para los alumnos, y más eficientes para los educadores. Pero la brecha en el acceso digital -acceso desigual a Internet de alta velocidad y eficaz, hardware asequible y el software adecuado- puede dificultar la implantación de la tecnología educativa a mayor escala.
Es más, esta brecha puede exacerbar las desigualdades existentes. Los alumnos procedentes de entornos desfavorecidos pueden quedar aún más rezagados en rendimiento académico y competencias clave si no tienen pleno acceso a las ventajas de la tecnología. Como educador individual, puede resultarle difícil comprender cómo puede marcar la diferencia.
No todo está perdido: las instituciones educativas y los proveedores de tecnología de todo el mundo han estado trabajando para reducir la brecha digital. En este artículo te ofrecemos consejos prácticos y estudios de casos para cerrar la brecha en beneficio de tus alumnos, de modo que todos puedan beneficiarse del poder de la tecnología.
Principales conclusiones
- La brecha digital significa que algunos hogares no tienen acceso a Internet de alta velocidad o a los dispositivos para acceder a ella. Esto puede ser más pronunciado en comunidades históricamente desfavorecidas y frenar el desarrollo de la alfabetización digital de los jóvenes.
- Esta brecha puede dificultar que estudiantes y educadores se beneficien de las nuevas tecnologías, lo que provoca diferencias en los logros y la empleabilidad.
- Los programas nacionales, como los de Estados Unidos y Lituania, pueden abordar la conectividad a mayor escala.
- Dentro de cada institución, puede ser eficaz comprender las carencias y abordarlas mediante una inversión cuidadosa y la creación de asociaciones.
¿Qué es la brecha digital?
La brecha digital, en un nivel básico, se refiere al hecho de que no todo el mundo tiene acceso a las conexiones a Internet de alta velocidad necesarias para utilizar determinadas herramientas y servicios. Más allá de esto, el problema puede agravarse por no disponer de los dispositivos para acceder a ellos o del apoyo para aprender a hacerlo.
En Estados Unidos, esta división suele darse en comunidades que se enfrentan a otras desventajas. Por ejemplo, un informe del Centro Pew de 2023 descubrió que en los hogares con ingresos superiores a 100.000 dólares, el 95% de los adultos afirmaba disponer de conexión a Internet de banda ancha. En los hogares con ingresos inferiores a 30.000 dólares, esa cifra descendía al 57%. En lo que respecta específicamente a los estudiantes, la Harvard Business Review informa de que durante la pandemia de COVID-19, el 70% de los escolares del distrito de Kansas City no tenían acceso a Internet en casa.
La importancia de reducir la brecha digital
Esta clara división entre los que pueden acceder a Internet de alta velocidad y los que no es un problema grave en lo que respecta a la educación. Los problemas son innumerables, pero pueden incluir:
Acceso desigual a los recursos educativos
Libros de texto digitales, recursos multimedia en línea como vídeo o audio, evaluaciones informatizadas e incluso software de inteligencia artificial: es innegable que la tecnología está influyendo enormemente en nuestra forma de enseñar.
Sin embargo, a medida que las herramientas y servicios digitales se integran más en el sistema educativo, la brecha en el acceso significa que algunos estudiantes no podrán utilizar estos recursos fuera de la escuela. Es lo que se conoce como "brecha de los deberes."
Por ejemplo, en EE. UU. en 2019 más de 20 millones de hogares no tenían conexión a banda ancha de alta velocidad. Los jóvenes de estas familias solo pueden utilizar los recursos digitales en la escuela, lo que limita el tiempo que tienen para estudiar. Esto puede agravar las diferencias de rendimiento, ya que los estudiantes más ricos tienen acceso constante a la información y el apoyo.
Brecha en la alfabetización digital
No se trata sólo de recursos. Ser capaz de utilizar Internet y los dispositivos electrónicos desarrolla habilidades cruciales para el siglo XXI. También puede ayudar a desarrollar habilidades más básicas de lectura, escritura y comprensión del lenguaje, animando a los alumnos a interactuar con una variedad de temas.
La actual brecha deja a ciertos estudiantes expuestos a quedar rezagados con respecto a sus compañeros más acomodados. En torno a 80% de los empleos de cualificación media requieren cierta competencia digital, y las competencias digitales de nivel avanzado pueden desbloquear salarios más altos en las carreras STEM. Perder esta oportunidad puede reforzar las desigualdades existentes: Harvard Business Review señala que, en EE.UU., "el 70% de los encuestados negros y el 60% de los hispanos afirman no estar suficientemente preparados en competencias digitales, lo que afecta a su empleabilidad".
Esto puede dar lugar a divisiones económicas arraigadas a medida que la alfabetización digital se vuelve aún más esencial en el lugar de trabajo. Se prevé que en 2045 el 86% de los puestos de trabajo estarán fuera del alcance de los trabajadores hispanos y negros.
Inequidad para los alumnos SEND y ELL
Los alumnos con necesidades educativas especiales y discapacidades (SEND) y los estudiantes de inglés como lengua extranjera (ELL) pueden encontrarse en una situación de especial desventaja cuando no tienen acceso a Internet de alta velocidad y a recursos digitales adecuados. Esto se debe a que la tecnología puede ser vital para que la educación sea accesible para ellos. Por ejemplo, los programas de reconocimiento de voz pueden ayudar a los que no pueden escribir por problemas físicos o dislexia, o los recursos multimedia pueden ser más accesibles para los estudiantes de inglés como lengua extranjera con imágenes y vídeos que complementen el texto.
Falta de apoyo a los educadores
La alfabetización digital también es importante para que los educadores puedan aprovechar al máximo las nuevas oportunidades, y algunos pueden verse afectados por la misma brecha digital que golpea a sus alumnos. A estudio de 2020 descubrió que el 10% de los profesores de centros públicos de EE.UU. no tienen acceso adecuado a Internet, lo que frena los esfuerzos por llevar los beneficios de la tecnología a las aulas.
Reducir la brecha digital en la educación
Las soluciones a la brecha digital preocupan a los gobiernos de todo el mundo. El Gobierno de Estados Unidos ha tomado importantes medidas en los últimos años para abordar esta cuestión. La Iniciativa Internet para todos ha prometido conectar a todos los estadounidenses a Internet de alta velocidad para 2030 y ya ha llegado a más de 2,4 millones de hogares y empresas.
También aborda las desigualdades existentes invirtiendo en conexiones para tierras tribales, distribuyendo dispositivos a estudiantes y miembros de la comunidad de instituciones al servicio de minorías y mejorando las redes de fibra existentes. Es probable que este esfuerzo por cerrar la brecha tenga un enorme impacto positivo en los estudiantes y sus familias.
Otro ejemplo interesante de intervención a nivel nacional es Lituania. Durante 2020, la Agencia Nacional Lituana de Educación se propuso poner sus pruebas en línea con TAOpero se enfrentó a muchas cuestiones relacionadas con el acceso digital en el país. El gobierno decidió realizar encuestas para comprender mejor el problema y obtener los datos necesarios para mejorar el acceso digital y permitir la realización de pruebas a distancia en cada hogar. Al final, se realizaron 165 000 pruebas con TAO en 2020.
Cómo reducir la brecha digital
En un entorno educativo, usted también puede tomar medidas para asegurarse de que sus alumnos no se vean afectados por los problemas de la brecha digital. He aquí algunos consejos:
Identificar las lagunas
Como en el estudio de caso lituano, puede ser importante entender exactamente dónde están las lagunas en tu escuela o distrito. Realizar encuestas es una forma de averiguar más sobre el acceso digital de tu comunidad y cómo podrías trabajar con las autoridades locales u otras instituciones para mejorarlo. Esto podría incluso adoptar la forma de una colaboración público-privada: grandes empresas tecnológicas como Microsoft y Google ya han trabajado con distritos para mejorar la conectividad.
Invertir en hardware
En 85% de los estadounidenses tienen un smartphonealrededor del 15% son "smartphone-dependientes", lo que significa que no tienen otra forma de acceder a Internet o a los recursos digitales. Esto es más probable entre los hogares con bajos ingresos y los jóvenes negros o hispanos. Por eso, invertir en portátiles, tabletas o cuadernos electrónicos para tu comunidad podría ser una buena forma de abordar la desigualdad.
Rentabilizará mejor su inversión si se asegura de que la educación digital con estos dispositivos va más allá del aprendizaje pasivo. Introducir principios como Diseño Universal para el Aprendizaje puede fomentar experiencias de aprendizaje multimedia que sean activas y atractivas, en lugar de que los alumnos se limiten a hojear un libro de texto en una pantalla en lugar de en papel.
Elija tecnología accesible
Cuando se aborda la brecha digital, es importante considerar cómo la tecnología que se emplea puede adaptarse a todos los estudiantes, incluidos los que aprenden inglés y los que tienen necesidades educativas especiales. Por ejemplo, el software TAO Testing le permite implementar tipos de preguntas personalizadas y ayudas de accesibilidad que pueden hacer que las evaluaciones digitales sean más equitativas. Elegir un proveedor que cumpla las normas de accesibilidad puede suponer una gran diferencia.
Aprovechar el código abierto
Al elegir plataformas de código abierto como TAO, las instituciones pueden reducir costesy promover la sostenibilidad a largo plazo, garantizando al mismo tiempo que todos los estudiantes tengan acceso a evaluaciones digitales de alta calidad.
Invertir en formación y apoyo a la alfabetización digital
Cerrar la brecha digital también significa asegurarse de que tanto los alumnos como el personal se sientan respaldados para utilizar con éxito las nuevas tecnologías. Puede considerar la posibilidad de introducir clases específicas de alfabetización digital tanto en su plan de estudios como en su programa de desarrollo profesional para educadores. También es útil aprovechar los recursos desarrollados por los proveedores de EdTech que haya elegido. una empresa que ofrezca formación y recursos es esencial.
Conclusión
La brecha digital sigue afectando a los jóvenes de todo Estados Unidos y del mundo. Aunque la tecnología puede tener un impacto fantástico en las aulas, hasta que todos los jóvenes no tengan el mismo acceso a Internet de alta velocidad, dispositivos adecuados, recursos digitales y las habilidades para utilizarlos, los resultados seguirán siendo desiguales.
Los programas nacionales para cerrar la brecha pueden ayudar y ayudarán. Usted también puede marcar la diferencia en su centro escolar esforzándose por comprender en qué aspectos sus alumnos necesitan más apoyo y colaborando con otros organismos y proveedores de tecnología para abordarlo.
Para saber más sobre cómo reducir la brecha digital abordando las desigualdadeslea más en nuestro blog.
Preguntas frecuentes
¿Qué significa reducir la brecha digital? Reducir la brecha digital significa reducir el número de personas que no tienen acceso a Internet de alta velocidad o al dispositivo adecuado para utilizarlo. Puede ser una forma de reducir las desigualdades generales en educación y empleo.
¿Cómo superar la brecha digital? Podemos superar la brecha digital ampliando el acceso a Internet de alta velocidad, asegurándonos de que la gente dispone de dispositivos adecuados para utilizarla y de que cuenta con las competencias digitales suficientes para hacerlo. Esto puede hacerse a nivel nacional, regional o institucional.
¿Cómo se soluciona la brecha digital? Programas a gran escala como Internet para Todos en Estados Unidos pretenden ampliar el acceso a Internet con conexiones nuevas y mejoradas y la distribución de dispositivos.